La expansión industrial y el desarrollo de la economía capitalista.

Introducción.
Recordamos los aspectos básicos a tener en cuenta del tema Revolución Industrial.
"Entre 1780 y 1860 Gran Bretaña experimentó una transformación radical de su economía y de su organización social, estos cambios se conocen con el nombre de Revolución Industrial. A lo largo del siglo XIX, el proceso de industrialización se difundió por otros países europeos (Bélgica, Francia y Alemania) y por Estados Unidos.
La Revolución Industrial significó el paso de una economía agraria a otra industrializada, caracterizada por el predominio de la producción de bienes manufacturados y por el crecimiento sostenido de la producción. Esta transformación fue el resultado de una oleada de progresos técnicos y grandes cambios en la organización del trabajo, que convirtieron a Gran Bretaña en el centro industrial y financiero del mundo.
La industrialización consolidó un nuevo sistema de producción y de trabajo, el capitalismo, fundamentado sobre los principios teóricos del liberalismo económico. Estos cambios económicos dieron paso a una nueva sociedad estructurada alrededor de dos clases sociales: la burguesía y el proletariado.
Como consecuencia del crecimiento de la producción, la renta por habitante aumentó de manera considerable. Sin embargo, gran parte de la población no mejoró su nivel de vida hasta mediados del siglo XIX, como consecuencia de las duras condiciones laborales que el sistema capitalista impuso tanto sobre los nuevos sectores (obreros) como sobre los sectores tradicionales (campesinos y artesanos)."

Tomado de: "Historia del Mundo Contemporáneo" de Aróstegui Sanchez, J; García Sebastián, M; Gatell  Arimont, C; Palafox Gamir, J; Risques Corbella, M. Editorial Vicens Vives, España 2011.
Imagen tomada de: http://www.ecoosfera.com
Mapa tomado de: http://angelluisgonzalez.blogspot.com

Principales aspectos en el desarrollo económico de Europa durante el siglo XIX.
Factores que determinan el desarrollo y consolidación de la economía capitalista en el mundo occidental:
* auge de los transportes y las comunicaciones; (1)
* expansión industrial; (2)
* incremento del comercio; (3)
* nueva legislación económica; (4)
* aumento de la moneda, el crédito y la organización bancaria; (5)
* crecimiento demográfico. (6)

Titanic

1) La transformaciones de los medios de comunicación y transporte, tanto terrestres como marítimos, son decisivas como fundamento del conjunto de la revolución industrial y económica. En cuanto a las comunicaciones terrestres se produce el desarrollo y espectacular del ferrocarril durante los años centrales del siglo XIX. Tras las primeras experiencias de Stephenson, que en 1829 lanza su locomotora "Rocket" las primeras lineas de ferrocarril van a unir Liverpool con Manchester en 1830. Desde entonces la construcción de vías férreas y uso del ferrocarril se generalizarán en todos los países avanzados. Las sociedades financieras y la opinión pública se interesan rápidamente por este medio de locomoción, que se extenderá con celeridad por todo el mundo. Las consecuencias del ferrocarril en la vida económica y social son importantes: se produce un gran crecimiento del tráfico tanto de mercancías como de viajeros; contribuye al desarrollo de las redes de comunicaciones enlazando con carreteras y caminos; modifica el poblamiento al posibilitar una continua movilidad y desplazamiento de las poblaciones, entre otros aspectos. Las comunicaciones marítimas constituyen un segundo factor de mejora de los transportes. La navegación a vapor y los progresos técnicos, hacen que la navegación marítima progrese durante todo el siglo XIX. Va aumentando la velocidad y el tonelaje de los buques, se constituyen poderosas sociedades para la explotación de las líneas marítimas, se construyen y adicionan grandes puertos capaces de admitir tal tráfico y tales buques -como los de Londres, Nueva York, Rotterdam, Hamburgo entre otros- y se llega a la construcción de canales interoceánicos como el de Suez entre 1854-1869; además se extiende la comunicación por el telégrafo por cable tanto a nivel continental como transatlántico -1866-.
2) Expansión Industrial.
La Industria se consolida como la actividad por excelencia de la economía capitalista. La segunda mitad del siglo XIX vive la proliferación de empresas, de novedades técnicas, del nacimiento de las grandes sociedades industriales y el gran crecimiento de la producción industrial. La industria aparece como la gran actividad económica debido a que  ocupa un lugar primordial en la renta nacional, emplea a un gran número de trabajadores, por el importante nivel en los beneficios que aporta, y por la abundancia y variedad de los productos que elabora. En la carrera industrial entre los países capitalistas, Gran Bretaña mantiene su superioridad inicial durante todo el siglo y aumenta su producción con la apertura de los mercados extranjeros, seguida por Francia, EE.UU y Alemania que aumentan de manera creciente su industria durante todo el siglo, y por Bélgica y Suiza.
Inventos y avances técnicos que impulsan a la industria:
* 1839 la caldera de Seguin;
* 1858 para la fabricación del acero el convertidor Bessemer,
* los hornos Martin en 1862;
* 1861 el procedimiento de Siemens;
* 1823-1839 nace la industria química con la disolución y  vulcanización del caucho;
* la Fotografía en 1839;
* obtención de abonos químicos en 1840;
* la generación de corriente eléctrica con dínamo en 1871.
Las dos bases fundamentales, fuente de energía y materia prima, sobre las que se desarrolla la industrialización en el siglo XIX son: el carbón y el hierro. La hulla tiene un empleo tan generalizado que domina toda la economía, siendo los principales productores Gran Bretaña, EE.UU y Alemania; los mismos países citados son los principales productores de hierro, cuya producción esta unida a la de fundición de acero. Además se intensifica la producción y utilización de otros metales: cobre, estaño y plomo; y de metales preciosos -oro con los importantes yacimientos de California, descubiertos a mediados del siglo- plata en los países americanos y platino en Rusia.
Las principales industrias son la textil que continúa siendo la dominante durante la mayor parte del siglo por su modernización y adaptación; la metalúrgica y la mecánica que se desarrolla y diversifica hasta alcanzar un primer rango mundial, por la categoría y utilización de sus productos; las alimenticias, de construcción y quimica -caucho, fotografía, abonos, productos sintéticos, explosivos-.
Tomado de: "Historia Contemporánea, de las Revoluciones Burguesas a 1914", de Lacomba, J.A.; Martinez Carreras, J.U.; Navarro, L; Sanchez Jimenez, J: Editorial Alhambra Universidad, Madrid, España 1987.