miércoles, 20 de junio de 2012

Un viaje por la ruta de las Especias

¿Por qué Portugal primero y España luego, decidieron navegar los profundos mares, plagados de faunas fantásticas y sacudidos por tempestades terribles? "Ciertamente no fue la presión demográfica (aumento de población), ni por la intención planificada de someter al mundo exterior a una cristiana expansión del espacio vital, ni por el determinismo geográfico de la ubicación peninsular... La causa determinate fue de naturaleza económica. El sector privilegiado de la Europa labradora y vegetariana en sus niveles populares necesitaba proteínas animales, exigía la presencia de la carne en una dieta de la cual los barones feudales consumían la parte del león. El ganado, semoviente fue el protagonista de un capítulo del singular proceso económico. En efecto, el duro invierno europeo provocaba la desaparición estacional del forraje y como en esas condiciones era imposible mantener los vacunos y porcinos que no cabían en los pequeños y poco surtidos establos medievales, había entonces que sacrificar los excedentes para mayor gloria de los banquetes señoriales. A los banquetes pantagruélicos que gustaban damas y caballeros respondían el sacrificio de vacas y cerdos. Para conservar la carne sin que se descompusiera, durante los largos meses invernales se necesitaban sal y especias: el jengibre de China y Malabar, la pimienta de la India, la canela de Ceilán, la nuez moscada  y la macis de las Célebes, el clavo de olor de las Molucas. La sal era el producto preservante menos oneroso, pero las especias, gratas a los paladares nobles, inauguraron un nuevo ciclo de exigencias gastronómicas que serían puntualmente contempladas por los mercaderes. (...)
El comercio de las especies estaba en manos de los comerciantes islámicos y su difusión en Europa había sido acaparada por los venecianos y genoveses, los pueblos navegantes del mar interior. Pero antes de llegar a Europa las especias enriquecían innumerables postas de revendedores atrincherados en los mercados intermedios a lo largo de dos dilatadas y onerosas rutas.
La ruta marítima se iniciaba en Insulindia, desde donde los sampanes y juncos cargaban sus bodegas para vaciarlas luego en los puertos de Malasia y Ceilán. En dichos puertos las especias eran adquiridas por mediadores que las revendían en Calcuta y Goa, emporios de la costa de Malabar, o marchaban, iniciando la ruta terrestre, a Ormuz, en Persia. Allí se produce un nuevo cambio de manos y un respectivo encarecimiento de los productos: desde la costa indostánica parten hacia Aden y luego de una riesgosa navegación por el océano Indico se vuelven a vender. Se opera entonces un cambio de bodegas y de dueño y la salida hacia Jedda, sobre el Mar Rojo. Desde Jedda los camelleros, recientes compradores de las especias, marchan en busca de Alejandría, a orillas del Mediterráneo, donde los marinos venecianos las hacinan en sus galeras y las revenden a precio de oro a los magnates de la cristiandad.
Las rutas iniciadas en Ormuz adentraban las especias en el ex-imperio sansánida conquistado por los árabes y largas filas de camellos las conducían hasta Bagdad. Desde este trampolín enclavado en el corazón de Mesopotamia las preciosas caravanas se dispersaban en dos distintas direcciones: unas partían hacia Scutari en el Mar de Mármara, o a Trebizonda en el Mar Negro; otras buscaban las pistas que, a través de Siria iban a morir al Levante, en las costas Mediterráneas, donde atentos siempre, los capitanes venecianos y genoveses cargaban sus barcos en el atestado puerto de Beirut. (...) El monopolio asiático en gran escala estaba en manos de los infieles, los enemigos del Señor, condición que no impedía que fuesen excelentes abastecedores de los amos del comercio europeo. Cansados del monopolio de venecianos y genoveses, contra los cuales no podían competir el resto de Europa (catalanes, castellanos, portugueses etc), y deseosos de llegar directamente a la tierra de las especias, la Europa labradora de la fachada atlántica cambia el arado por el gobernalle. El caballero ecuestre lanza su reto a las verdes praderas del océano. Comienza así un nuevo y prodigioso episodio en la historia que inagura la edad de los grandes descubrimientos terráqueos". Información tomada de la excelente publicación de Daniel Vidart, "Ideología y realidad de América", perteneciente a la colección Nuestras Raíces; editorial Nuestra Tierra, Montevideo 4ta edición 1990.
Imagen Mapa e información sobre Marco Polo en: http://coordenadasculinarias.blogspot.com/2007/10/nuestra-misin-es-ser-el-equipo-de.html
Imagen sobre Caravana de camellos tomada de:http://stravaganzastravaganza.blogspot.com/2011/12/la-ruta-de-las-especias.html 
Más información sobre la Ruta de las Especias en: http://blog.lasociedadgeografica.com/historia-2/la-antigua-ruta-de-las-indias-especias/

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