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viernes, 27 de agosto de 2010

José Pedro Varela.

 El 19 de marzo de 1845, en plena Guerra Grande, nacía José Pedro Varela, hijo de Jacobo Varela y Benita Berro, hermana del Presidente Bernardo Berro y sobrina de Dámaso Antonio Larrañaga.
  La sociedad uruguaya vivía épocas de inmigración y de cambios económicos y técnicos, que favorecían la aceptación de ideas nuevas en pugna con las tendencias tradicionalistas.
En este contexto, siendo muy joven, Varela viaja a Europa y Estados Unidos donde recibe influencias intelectuales que mucho gravitarán en su formación.  A su regreso en 1868 funda la Sociedad de Amigos de la Educación Popular junto a Elbio Fernández.




  Sin abandonar la actividad periodística y política, sus inquietudes educativas empezaban a ocupar el centro de su preocupaciones. 
 En sus libros "La Educación del Pueblo" y "La Legislación Escolar"Varela expone su concepción, considerando a la educación como base de la democracia y como la gran igualadora de las diferencias sociales.
 En 1876, con el objetivo de promover sus proyectos educativos, acepta los cargos de Director e Inspector de Instrucción Pública, que desempeñará en forma honoraria hasta su muerte, el 24 de octubre de 1879.
  Especialmente luego de la aprobación del Decreto Ley de Educación Común en 1877, desarrolla una corta paro fecunda labor organizando un aparato administrativo y técnico muy avanzado para la época.
  Gracias a esta estructura, en dos años logra la construcción de nuevas escuelas y la elaboración de material didáctico adecuado, la selección del personal docente y su formación en una Escuela Normal, el desarrollo de los contenidos científicos del plan de estudios y la utilización de métodos novedosos que empleaban la memoria como facultad auxiliar de la reflexión.  Principios que hoy resultan familiares, como la adaptación de los conocimientos a la psicología infantil o la prohibición de los castigos corporales, recién entonces comienzan a aplicarse en nuestro sistema educativo.
 El Decreto Ley estableció además lagratuidad y obligatoriedad de la educación primaria. En cuanto a la laicidad, suscitó apasionadas polémicas y se adoptó finalmente una fórmula transaccional: los padres podían sustraer a sus hijos de la enseñanza del credo católico si no lo practicaban.



   Los resultados iniciales de la Reforma vareliana se reflejaron en la multiplicación del número de alumnos, de escuelas y maestros, en la reducción del costo por alumno, pero sobre todo en el mejoramiento de la calidad de la enseñanza impartida.

Tomado de la página Colegio José Pedro Varela, Ciclo de Conferencias realizado en el Colegio Nacional José Pedro Varela a cien años de la Reforma Escolar.

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